domingo, 24 de noviembre de 2013

NO ES CAPITULO. Es un one short de sinsajo.

Trague con dificultad, las marcas de las manos de Peeta aun se veían en mi cuello. Ahora estaba mas sola que nunca. Gale se había ido con su pelotón a defender uno de los distritos, Prim también se había ido a ayudar unas semanas como asistente medico, con mi madre tampoco hablo, no sale del hospital y cuando voy me evita a toda costa y Peeta... -toque mi cuello- Peeta ya no era Peeta.

Me levante de la cama y como todos los días me dirigí al hospital, a la habitación donde se encontraba Peeta para verle a trabes de un crista. Me reí de mi misma, había hecho mía la frase de "no se sabe lo que se tiene hasta que pierde" y yo, a pesar de que estuviera vivo le había perdido, ahora me odiaba, para el solo era un muto.

Me arme de valor y pase al interior de la habitación:

-¡Vete! ¡Vete de aquí maldito muto!¡No te me acerques!- me grito desde la cama en la que estaba atado.

-No lo hare- a pesar de eso seguía a la defensiva-. Solo quiero hacerte una pregunta. ¿De-deverdadsoy...?- estaba hablando demasiado rápido- ¿De verdad me crees un muto?

-¡Claro que eres un muto! ¿Qué os creíais que trayendo a alguien con su cuerpo ibais a engañar a todo el mundo? ¡Pues a mi ya no!

Salí de la habitación.

 <<Katniss Everdeen, preséntese en la sala de comunicaciones>> fui hacia allí y al entrar me extrañó ver a mi madre también allí sentada.

-¿Ocurre algo?

-Siéntate- me pidió Haynitch, estaba demasiado serio así que lo hice-. Han bombardeado el distrito donde estaba tu hermana, la han estado buscando pero... cuando la han encontrado...

-¿Esta muerta?

-Lo siento.

Ya no había vuelta atrás, vi a mi madre desconectarse de nuevo, ya no tenia a nadie. Me levante sin decir una palabra y me fui. Ese mediodía no comí nada pero aproveche la hora para sacar un cuchillo del comedor. Me dirigí a la habitación de Peeta, a sabiendas de que a estas horas nadie vigilaba las cámaras, y antes de entrar cogí una silla para atrancar la puerta.

-¿¡Que haces aquí?! ¡Te dije que te fueras!¡No quiero verte! ¿Qué vas a hacer?

Busque su pierna ortopédica y se la lance cerca de la cama. Me acerque a el y le vi temblar. No iba a hacerle daño pero el no opinaba lo mismo. Pase el cuchillo entre su piel y la cuerda que le sujetaba a la cama y con cuidado corte la cuerda y lo mismo hice con las otras tres.

-Póntela- le dije señalando la pierna. El lo hizo sin quitarme los ojos de encima, una vez puesta le hice levantarse y le empuje hasta que quedo entre la pared y yo, apoye mi cabeza en su hombro, el seguía temblando-. Si de verdad soy un muto para ti, si de verdad me odias tanto y deseas mi muerte esta es tu oportunidad, no me defenderé te lo prometo- cerré su mano entorno a la empuñadura del cuchillo-. Hazlo.

Esta vez fue su turno de empujarme hasta que tropecé con la cama y caí sobre ella. sentí su mano en torno a mi cuello y le vi levantar la  mano que llevaba el chillo y cerré los ojos esperando el golpe de gracia pero nunca llegó, en lugar de eso su agarre se aflojo y escuche el metálico sonido del cuchillo al caer sobre el suelo, y al abrir lo ojos le veo a el, a mi Peeta.

-Katniss. Oh Katniss. Dios mío, que he estado a punto de hacer, perdóname por favor.

-Peeta, eres tu.

-Oh dios, tu cuello- dijo acariciando las marcas. Cerré los ojos, pero el debió malinterpretarlo ya que aparto su mano al instante

-NO- le pedí-. Por favor, no te alejes.

Se volvió a acercar a mi, pero esta vez lo que sentí no fueron sus manos sino sus labios sobre mi cuello, llenándome de besos, por la cara y el cuello, pero nunca en mis labios así que tome la iniciativa y le bese. El me lo devolvió pero me aparto.

-No Katniss, deberías irte, no soy bueno para ti. Ve por Gale, quédate con el- me dijo.

-Pero yo te quiero a ti.

-Mereces a alguien que no te haga daño.

-No voy a abandonarte. Te han cambiado, pero ahora as vuelto.

-Soy un muto Katniss, un muto especialmente diseñado para matarte, con migo no estas a salvo.

 -Lo afrontaremos juntos, se que sigues ahí y cuando el muto vuelva luchare por ti. Por favor, no me alejes.

-No te alejare, siempre estaré contigo- nos tumbamos y ambos caímos rendidos. Me despertó Haynitch al sacarme a rastras de la habitación.

No sabia cuanto tardaría en poder volver a estar cerca de Peeta, pero lo que había pasado hoy era un gran paso, un paso que me ayudaría a pasar los días hasta que deje de estar sola.

martes, 29 de octubre de 2013

Capitulo10: el anuncio

Cuando Haynitch se fue Peeta y yo nos miramos como si hubiesemos hecho algo malo, y no lo habiamos hecho ¡Nos quieriamos! La cosa hubiese sido distinta si no fuese asi.

-¿Crees que hemos ido demasiado deprisa?

-En teoría llevamos varios meses juntos. Soy una mujer y tu un hombre,  yo te quiero y te deseo... ¿Porque ibamos a tener que contenernos? Quiza no elegimos el mejor lugar pero... -Dije cabreada, seguro que en otras circunstancia me hubiera sonrojado al decir esto pero con lo que Haynitch nos dijo me senti como si me estibiera juzgando y no soporto que me juzguen, y menos el, un borracho al que le cuesta cuidar hasta de si mismo.

-Me quieres- dijo como convenciendose a si mismo y me di cuenta del daño que le habia hecho con la estrategia de los juegos.

-Claro que te quiero. Lo siento.

- ¿El que?

-Lo de los juegos. No jugaba contigo y me costo mucho decirte lo que te dije en el tren, comence a sentir cosas, cosas que no sabia como explicar... Nunca las habia sentido, pero... Nunca había estado en mis planes enamorarme, es algo que me aterra, estoy aterrada.

-No tienes que estarlo.

-Me da miedo que te hagan daño, que te vuelvan a usar como via para llegar a mi. El presidente no esta muy contento con migo. Ya lo ha hecho una vez, el iba a matarte, lo sabes. ¿Y si hay una proxima vez? ¿Y si no llego a tiempo? - Los ojos se me empezaron a nublar y el me abrazo.

-No habra una proxima vez.

-Tienes razon. Me dijo que para salvar a las personas que quiero debia actuar toda mi vida, decir que te amo y compartir el resto de mi vida en una mentira. Pero ya no es mentira, ahora es verdad. Si puedo hacerlo porque ya no tengo que actuar.

-Tu misma lo has dicho, no se va a repetir por lo que tranquilizate y deja de llorar o vas a preocupar a tu hermana.

Me separe un poco de el y me limpie las lagrimas de los ojos mientras le miraba, como si fuese una niña pequeña.

Estubimos juntos toda la tarde... Muy juntos, mi madre y mi hermana se dieron cuenta pero lo dejaron pasar. Esta noche era en la que nos iban a decir de que iba el 25 aniversario de este año.

Cuando llego la noche nos juntamos todos en el salon de mi casa frente a la television, esperando el veredicto.

<<Damas y caballeros>> dijo el hombre de pelo verde de la pantalla <<hoy es el dia que muchos estabais esperando. Hoy se sabra que nobedades estan dentro de este sobre para ¡LOS JUEGOS DEL HAMBRE!>> mientras se escuchaba el igno rompio el sobre, espero a que acabara y comenzo a leer <<En el 75 aniversario de el final de los dias oscuros y como recordatorio del poder del capitolio sobre los distritos este año se omenageara co el ensanchamiento de las edaes que pasaran de 11 a 18 a quevlas urnas esten llenas de los nombres de los chicos y chicas de los 10 a los 20 años>>

Nada mas escuchado eso apagamos la tele.

-Pudo haber sido peor- dijo Haynitch.

-¿Peor? Niños de 10 años luchando a muerte con personas de veinte, si antes lo tenian dificil ahora sera casi imposible.

-Pero habra mas opcion de que traigamos a alguien de vuelta. Con veinte años son mas fuertes y saben manejar un pico de trabajar en la mina.

No le discuti ya que en eso tenía razón, solo me levante y me fui. Senti a Peeta detras de mi pisandome los talones.

-¿Estas bien?

-Cuantos años mas vamos a poder soportar esto, ya van 75 hemos tenido 75 años para recuperarnos ¿cuando vamos a intentar volver a atacarles? - Le dije una vez fuera de casa, cuando estabamos lo suficientemente lejos e casa para que los micros, que estoy segura de que hay, no nos escucharan.

-La gente tiene miedo, y ahora mas con el cambio del jefe de la paz

-Que nombre mas ironico

Me cogio la cara con las manos y me hizo mirarle a los ojos

-No pienses ahora en eso, ya tendremos tiempo soficiente cuando estemos en el Capitolio como mentores.

-Vale... Aunque no conseguiras quitarme la idea de la cabeza ¿lo sabes, no?

-¿Ni siquiera asi? - Dijo besandome

-No

-¿Y asi? - Esta vez me beso en el cuello

-N-no.- senti su lengua en mi clavícula.

-Valla ... Yo esperaba que si - dijo separandose de mi - pero no te quiero distraer de tus pensamientos

-¿Que pensamientos? - ¿Como lo lograba?  Ya ni me acuerdo de lo que estaba preocupada hace cinco segundos. Tire de el hacia mi haciendo que el perdiera el equilibrio y acabasemos apollados contra una pared, conmigo en medio, y le bese con fuerza y necesidad, la ultima vez que le habia besado fue esta mañana y ya tenia sed de sus labios. 
Estabamos montando un espectaculo, menos mal que por esta calle a penas pasa gente y menos a estas horas de la noche y con la anunciacion del cuartel quell (N / A lo siento no me acuerdo de como se escribe).

-¿Vamos a mi casa?- asenti y siguiendo el consejo de Haynitch fuimos de la mano hasta la casa de Peeta.

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Capitulo 9: Por que poco. (+18)

IMPORTANTE: Contenido sexual en este capitulo (Lo marcare para que l@as que no quieran no lo lean)

(EMPIEZA)

Me gire, sentándome a horcajadas sobre el, y note su excitación.

-Se bajara con una ducha bien fría.

Me deshice de la única prenda que me quedaba y le dije lo mas sensual que pude.

-¿Porque va a hacerlo la ducha si puedo hacerlo yo?

Di gracias al cielo por no haberme sonrojado al decir eso y le bese con pasión mientras una de mis manos bajaba por su pecho, dibujando círculos. Intente meter la mano debajo de la incomoda prenda pero desistí. Muy a mi pesar tuve que separarme de el para quitársela. El me siguió con la mirada mientras yo deslizaba la molesta prenda hasta quitársela por completo. Volví a posicionarme sobre el y con una de mis manos envolví su erecto pene subiendo y bajando. Pareció gustarle e hice lo mismo que el había hecho con migo en cuanto le vi contener el primer gemido, besarle.

Sentí in sabor raro, como metálico, lo deje pasar mientras que los gemidos de Peeta aumentaba contra mi boca.

Un liquido blanco nos mancho a ambos y el se relajó.

(ACABA)

Pero aun así no deje de besarle.

-Kat-ten-go-que-ir-a por-algo-para lim-piar-...-ya-sabes- me reí y me separe de el a regañadientes.

-Esta bien- dije dejandole levantarse y le observe mientras entraba al baño y salia con un montón de papel hecho una especie de bola con el que me limpió y luego se limpio el. Volvió al baño y supongo que lo tiró al bater.

Cuando volvió a salir me deleite mirándole de arriba a abajo... era perfecto, aunque el tuviese todas esas inseguridades por culpa de los juegos.

Le vi buscar por la  habitación y coger un par de prendas del suelo, hecho un ultimo vistazo y mego con la cabeza.

-Desapareció- le oí murmurar y me tendió la parte de abajo de mi ropa interior y el se puso la suya. Seguí su ejemplo.

-Mañana lo busco- dije dándome cuenta de que se refería a mi sujetador-. No puede estar muy lejos.

-No, seguro que no esta lejos- Espera un momento... estaba... ¿avergonzado? ¿Donde esta el chico seguro con el que acabo de tener el momento mas erótico de toda mi vida?

-Peeta... anda ven, es tarde. Vamos a dormir- el asintió y se tumbo a mi lado, boca arriba-. ¿Estas bien?

-Si, es solo que...-se quedo callado. Espera un momento ¿tiene el labio roto?. De repente lo recordé, yo le mordí.

-Te he roto el labio- dije mas para mi que para el.

-¿Que?- parecía que acababa de despertar.

-Que te he roto el labio. Oh Peeta lo siento- dije besandole por toda la cara. ¿Desde cuando me había vuelto tan sumamente melosa?

-No importa, la verdad es que ni siquiera me  había enterado. Tenia... la mente en otra... cosa- me sonroje, yo también. Me abrazó y apoye mi cabeza en su pecho-.Anda, durmamos es tarde.

Y eso hice, me quede dormida, sin pesadillas.




 Me despertaron unos golpes en la puerta.

-Katniss despierta, Peeta debe de estar apunto de llegar-.A punto de llegar... a punto de llegar no, le tengo aquí, medio desnudo y a mi lado en la cama. Me sonroje y comencé a mover su hombro para despertarlo-. Katniss, ¿te encuentras bien? ¿Puedo pasar?

-¡NO!, digo si, me encuentro bien, no pases mama.

-Katniss, ¿pasa algo?-  Peeta me miro sin saber que hacer, le hice la típica señal de silencio-.Voy a entrar.

-NO- le señale el armario y el se metió dentro-. Me-me desperté de madrugada, tenia calor- Vi como se movía el manillar de la puerta-.¡NO! Mama estoy desnuda, no entres- dije mientras recogía la ropa de Peeta a toda prisa y la metía junto a el en el armario. Me puse a toda prisa un camisón largo de los que me trajo Cinna del capitolio justo antes de que abriera la puerta.

-¿Que te ha pasado en el cuello?

-¿Como?

-Tienes una marca- mierda, iba a matarle. Me lo tape con el pelo.

-Me muevo mucho por la noche mama, lo sabes, me abre dado- ¿QUE? ¡no me lo creía ni yo!

-Ya claro... te espero abajo.

-Claro mama- dije mientras ella salia no muy convencida.

-Peeta... voy a matarte- le avise sintiéndole detrás de mi-. Me has hecho un chupeton... en el cuello- me apartó el pelo y me beso justamente donde tenia la marca.

-¿No te gusta?

-La próxima vez que no se vea tanto... ya no sabría que decirle a mi madre.

-Hecho.

-A ver ahora como te saco de aquí sin que te vean.

-Ya salgo yo, tu vistete... ire a la panadería a comprar los bollos, hoy ya no me da tiempo ha hacerlos... tardare como una hora.

-Esta bien- dije dándole un pequeño besito en los labios.

Supongo que nadie le vio salir porque no oí nada. Me di una ducha, me vestí y baje. En la cocina estaban mi hermana, mi madre y Haynitch, al que salude con un movimiento de cabeza.

-¿Has dormido bien?- me preguntó mi hermana.

"mejor que bien"

-Si, ¿y tu?

-Estupendamente- la puerta sonó-. Voy yo.

-No, voy yo, debe de ser Peeta.

Corrí hacia la puerta y le vi.

-Hola.

-Hola- dije poniéndome de puntillas para besarle, esto se iba a convertir en una adicción- Pasa.

-¿Que te ha pasado en el labio?- pregunto mi hermana al verle.

-Me..me caí.

-Que patosos estáis los dos- dijo Haynitch en tono de burla- una se golpea durmiendo y el otro se cae, que coincidencia- una de dos, o a Haynitch no había quien le engañase o ya estaba muy borracho. Teniendo en cuenta la hora supuse que lo primero-. Peeta... anoche no te oí regresar a casa...- ¿Que pasa, que seguía todos nuestros movimientos?.

-Te dormirías antes, o irías demasiado borracho- le dije.

-Si, eso debe ser- dijo saliendo de la cocina-. La próxima vez hacerlo en casa de Peeta... es mas discreta. Te he visto salir esta mañana- nos dijo al pasar por nuestro lado y yo trate por todos los medios de no sonrojarme.



jueves, 13 de junio de 2013

CAPITULO 8: Te amo pero... no podemos estar juntos. (+18)

IMPORTANTE: contenido sexual en este capitulo (lo marcare para que l@s que no quieran leerlo no lo hagan)



-No Peeta... te... te amo

Sentía su mirada en mi.

-¿Que?

-Ya se  porque te escogió a ti, ya se porque tu fuiste su forma de hacerme daño. Te amo Peeta- dije mirándolo a los ojos, intentando demostrarle que esta vez era sincera que no había truco detrás de mis palabras-. Te quiero Peeta. No me preguntes desde cuando porque no lo se... puede que desde los juegos... no lo sé... puede que antes. Pero... no puedo permitirme amarte.

-¿Porque? ¿porque me dices que me amas para luego decirme que eso no cambia nada? ¿porque no podemos estar juntos?

-Me da miedo... me da miedo amarte, me da miedo el sentimiento de amar a alguien. Amar a alguien significa una relación y una relación puede terminar en boda y una boda en bebes y... esa es la zona que me da miedo. No quiero traer a mis hijos a un mundo en el que existan los juegos del hambre.

-Piensas demasiado, te adelantas a los acontecimientos- se acercó a mi oído y me susurró-. Mi intención ahora mismo no es ser padre... quizá si en un futuro, pero ahora no. Solo no pienses en eso, por favor. Solo en ti, en lo que quieres. Quieres... ¿Quieres estar conmigo? ¿ser mi pareja, mi amiga, mi novia?

-Si, quiero ser tu pareja, tu amiga, tu novia, tu... amante- me sonrojé, y el me miró con una sonrisa que le ilumino toda la cara.

-En un futuro, cuando estés lista.

-Peeta...

-¿Si?

-Me da vergüenza

-Dímelo.

-No estoy lista para llegar hasta el final, pero... quiero... quiero hacer algo, estoy lista para hacer algo.

-¿Estas segura? ¿Ahora?-Asentí con la cabeza y el levantó mi cara para besarme como nunca lo había echo, si alguna vez en la cueva pensé que ese beso que me dio me produjo hambre de mas... este era como si fuese a morir si se apartaba-. Si quieres que pare solo tienes que decírmelo.

-Lo sé

-Kat... tengo que ponerme la pierna o te aplastaré- Baje de encima suya y le vi colocársela con impaciencia. Antes de darme cuenta de que ya estaba en su sitio volvió a besarme. 

(EMPIEZA)

Me cogió de forma que mis piernas quedaron enredadas en su cintura y se puso de pie con migo encima.

-¿que haces?- le pregunte confundida y con una pizca de picardia.

-Estamos en desventaja cariño, eso tengo que remediarlo- dijo haciendo que desenrollase las piernas de su cintura. Una vez en el suelo sentí como acariciaba mi estomago  mirándome a los ojos, como buscando algo que le dijese que quería que parar, yo solo le sonreí y le bese, dándole permiso para continuar. El tiró de mi pantalón hacia abajo y abrí un poco las piernas para que se deslizase hasta el suelo. Gesto que el aprovecho para acariciar la cara interna de mis muslos, subiendo y bajando, pero siempre quedándose demasiado lejos de esa zona de mi cuerpo que comenzaba a necesitarle fuertemente. De mi boca salían gemidos cada vez que se acercaba. Conocía como iba esto, no era tonta, pero las sensaciones que estaba experimentando me asustaban pero a la vez me hacían querer mas, como cuando ves una de esas películas de miedo que echan de vez en cuando por la tele y tu intentas mirar hacia otro lado pero siempre vuelves la vista hacia la pantalla.

Necesitaba mas, note como mi centro se humedecía aun mas de lo que ya estaba.

-Peeta... Por favor, me estas volviendo loca.

El se rió nerviosamente y volvió a cogerme para tumbarnos a ambos en la cama. Note su dedo pasar por mi intimidad, por encima de mi ropa interior, que ahora estaba empapada. Eso pareció gustarle porque me miró a los ojos y me sonrió.

-Katniss, levanta un poco para que pueda quitártelas- le obedecí al instante. Le necesitaba, necesitaba cualquier parte de su cuerpo en esa zona ahora mismo, la que fuese. Podría hacer con migo lo que quisiera que le dejaría. Si quería llevarse ahora mismo mi niñez que se la llevara, era toda suya. Una vez la prenda estuvo fuera el separo mis piernas y volvió a situarse entre ellas pasando sus dedos por mis pliegues, haciéndome querer gritar.

-Relájate.

-No... no puedo. Podrían escucharnos.

-Eso tiene arreglo- dijo uniendo nuestras bocas, tenia razón, si  me dejaba llevar cuando nos besábamos su boca amortiguaba el sonido. No había forma alguna de que mi madre y mi hermana nos oyesen.

Sentí como poco a poco un fuego iba creciendo en mi interior formándome mariposas en el estomago. Hasta que explote mordiendo su labio para evitar un grito. De repente mi cuerpo se relajo y comencé a respirar entrecortadamente. El volvió a besarme.

Nos giré, sentándome a horcajadas sobre el, y note su excitación.

-Se bajará con una ducha bien fría.

Me deshice que la única prenda que me quedaba y le dije lo mas sensual que pude.

-¿Porque va a hacerlo la ducha si puedo hacerlo yo?


lunes, 10 de junio de 2013

Capitulo 7: No te vallas.

Posible contenido (+16/18) para los mas subceptibles y (+14) para las mas pervertidas GRARRRRR!!!



Abrí los ojos al notar como el, tratando de no despertarme soltaba mi mano. En nuestras espaldas ya solo quedaba algo así como pequeños arañazos, nada que no nos permitiera andar y trasladarnos a nuestras respectivas camas. Mi madre le dijo que viniera todas las tardes a que le vieran la espalda, mas por insistencia mía que por que de verdad lo necesitase, después de eso se quedaba a cenar, me acompañaba a mi habitación y sostenía mi mano hasta que me quedaba dormida. Ambos nos sentíamos mejor así.

-Peeta- susurré. El se giró inmediatamente a verme.

-No quería despertarte.

-Lo se, no estaba del todo dormida.

-Es tarde, tengo que irme a casa.

-No lo hagas, quédate. Déjame cuidar de ti aunque solo sea un poco, esta noche, se que tu no duermes. Tus ojeras son cada vez mas grandes.

-No te entiendo, ¿quieres que me quede? ¿aquí? ¿contigo?

-Si- dije haciéndole un hueco-. Creo que la ultima vez que dormimos una noche de un tirón fue cuando mi madre nos puso juntos cuando lo de los latigazos- sonreí al recordar como se había negado a salir de la habitación después de que le dejasen entrar. Aseguraba que si salia no le dejarían volver a entrar- A lo mejor, si te quedas podríamos conseguir dormir los dos. Ven. No me hizo falta mucho mas, se acercó hacia mi y se tumbo a mi lado-. ¿Duermes con la pierna puesta?

Bajo la vista.

-Si

-Tiene que ser incomodo.

-No mucho.

-Peeta...

-Vale, no, no duermo con ella puesta... es solo que no me gusta que me vean sin ella si puedo evitarlo, siento  como... como si no fuese yo, como si no fuese humano.

-Créeme, no hay nadie mas humano que tu.

-Me siento un monstruo.

Me senté en la cama y cogí su cara entre mis manos.

-No eres un monstruo, eres Peeta, mi Peeta, con una o dos piernas sigue siendo tu.

-Katniss.

-¿Si?

-Yo... esto... dudo que pueda atraerte físicamente a así- dijo sonrojándose.

-¿Atraerme? Te refieres a... bueno, ya sabes- ahora fui yo la que se sonrojo.

-Bueno... si. ¿siquiera besarías a alguien así?

Mordí mi labio y sin pensarlo le besé, nuestro primer beso sin cámaras delante. Si lo que necesitaba para no considerarse un monstruo era saber mi opinión sobre el en ese sentido, me tragaría mi vergüenza y se la daría. Comencé a besarle el cuello.

-¿No te has mirado nunca en un espejo?- me separé de el-. Quítatela. Quiero verte si ella.

-Katniss, no creo.

-Quítatela. Confía en mi.

Se sentó en la cama y se quitó las pantalones, vale, no era la primera vez que le veía sin ellos pero... cuando lo hice estaba enfermo y no estábamos en mi habitación, en mi cama. Tranquilízate Katniss, tiene que quitárselos para quitarse la pierna. Vi como se la quitaba y la dejaba a un lado y vi como fue a ponerse de nuevo los pantalones, pero lo detuve, me miró sorprendido y, aun mirándole, tire de su camiseta hacia arriba.

-Katniss ¿que...?

-Shh

Acabe de sacar su camiseta y baje acariciando desde su cuello hasta sus perfectos abdominales, y luego toque el muñón.

-Katniss no hagas eso.

-Confía en mi. Ahora es parte de ti, esta bien- le empuje dejándolo tumbado en la cama y me arrodille a su lado y volví a besarle-. Me encanta lo fácil que es enredar mis dedos en tu pelo cuando te beso-. dije mientras los enredaba-. Me encantan tus ojos, que son transparentes. Lo dicen todo, son una puerta hacia lo que piensas y sientes, supongo que por eso es tan fácil perderse en ellos- dije besándolo en los parpados-. Me encantan tus labios, son adictivos- susurre besándolo suavemente-. Me encanta la forma en la que levantas el cuello cuando te beso en el, aunque eso lo acabe de descubrir- le bese en el cuello, probablemente mañana tendría una marca-. Me encantan tus brazos, cuando me abrazas me siento protegida, como si ni una bomba pudiera dañarme- bese sus hombros-. Y tu cuerpo... digamos que te ha sentado genial cargar con los sacos de harina- le bese desde el hombro hasta el ombligo- y tu pierna... -dije besando cerca del muñón- solo es una señal de lo que estas dispuesto a dar por la persona a la que amas... a cualquier chica que le desagrade... no te merece, ni a ti ni a nadie. Eres perfecto Peeta, perfecto.

El levanto su brazo hasta llegar a mi cara, ya que había subido hasta la altura de la suya y juntó nuestros labios.

-Eres hermosa.

-¿No estábamos hablando de ti?- le pregunte volviendo a besarle. Me puse con una pierna a cada lado suya y continué besándolo mientras acariciaba donde debería estar las cicatrices que le hicieron en los juegos. Nuestro pulso se aceleró... mas y noté como el tiraba de mi camiseta hacia arriba, intentando quitarla, le deje y seguimos besándonos apasionadamente. Cuando sus manos se posaron en la goma de mi pantalón de dormir le detuve-. Para, no... no estoy preparada para esto.

Volvió a  besarme, aunque esta vez de forma dulce.

-No pasa nada, lo entiendo. Tienes que aclarar tus ideas y no voy a forzarte, y si no estas preparada... no lo estas. Esperaré a que todas las dudas se vallan de tu cabezas y si cuando lo hagan quieres que yo sea el primero, estaré esperándote.

Baje de encima de el y me tumbe a su lado, con la cabeza apoyada en su hombro

-Peeta... te quiero.

-Y yo también a ti, siempre.

-No Peeta... te... te amo




domingo, 16 de diciembre de 2012

CAPITULO 6: La arena

-Jugaron con nosotros, no podía permitir que murieses desangrado ¡No podía!  No me lo hubiese perdonado nunca.

-Esta dispuesto ha hacerlo.

-Lo sé- y eso era lo que mas me dolía  el todavía no había puesto un pie en la arena y ya estaba dispuesto a morir por mi, por que yo saliese con vida ¿por que? Estaba enamorado, si, ¿y que? Que simplemente me hubiese evitado y hubiese dejado que otros me mataran, que hubiese llorado por mi y que hubiese vuelto a casa y se hubiese vuelto a enamorar de otra persona en vez de unirse a los profesionales para poder alejarlos de mi, sin mucho éxito, tenia que saberlo.

-¿Por que lo hiciste?

-¿El que?

-Lo de la arena.

-¿El que?

-Lo de unirte a los profesionales, lo de volver después de que te lance una colmena de rastreavispulas cabreadas a la cabeza para darme la oportunidad de huir y lo de quitarte el torniquete al final de los juegos ¿por que?

-No podía permitir que murieses.

-¿Y te presentaste voluntario al suicidio?

-Si, si era la única forma de sacarte con vida.

-¿Por que? No lo merezco.

-No tienes ni idea del efecto que causas en los demás Katniss.

-No paras de repetírmelo. ¿Por que?

-Porque en mi cabeza no entraba la idea de una vida sin ti y aun menos sabiendo que pude haberlo impedido. Porque la razón por la que me levanto todas las mañanas es por que se que salimos de ahí,  que saliste de ahí, que si hubiese vuelto yo en vez de tu hubiera buscado la forma de reunirme contigo.

-Peeta... quita esas ideas enfermizas de tu cabeza, ¿entendido?

El solo asintió y se acercó mas a mi, tanto que sentía su respiración en mi cara, cosa que me hizo estremecer. Comenzó a acariciarme el brazo y noté como mis parpados pesaba cada vez mas hasta que me quedé dormida sintiendo las caricias de Peeta y su respiración en mi cara. No tuve pesadillas.




lunes, 10 de diciembre de 2012

CAPITULO 5: Aun mas confundida.

-Mucho mejor ahora que estas aquí- vi como su sonrisa se agrandaba-. ¿Te duele?

-Ya no, ¿y a ti?

-No, no mucho. Debo de parecer patética por desmayarme.

-No, ni un poquito, ¡No me dejaban pasar! ¡Me amenazaron con atarme a la cama!- me reí un poco-. No debiste haberlo hecho.

-Peeta...

-¡No!, ni Peeta ni leches Katniss, no debiste y punto.

-¡Tu no habías hecho nada! ¡ Acabarían matándote!

-¡Y han estado a punto de matarte a ti! ¡Te han puesto una pistola en la cabeza!

-¡Ni que fuese la primera vez que estoy en peligro de muerte!

-¡Lo mismo te digo!

-Prefiero morir yo de un tiro en la cabeza que que tu mueras a latigazos-confesé en un susurro.

-Katniss.

-No Peeta, hablo en serio, me costó mucho mantenerte con vida en la arena, si no llegan a cambiar esa regla... hubieras muerto en... ¿cuanto? ¿un par de días?- <<menos>> oigo murmurar a mi madre-. Aun sigo pagando el truquito de las vallas- Mierda... bocazas. Que no pregunte que no pregunte.

-¿Como que aun lo sigues pagando?- mierda.

-Esa mañana  el presidente Snow bino a hacerme una visita.

-¿Pensabas contármelo?- me pregunto sabiendo perfectamente que no.

-No, se me ha escapado.

-¿Que te dijo?

-Hay revueltas en otros distritos porque lo consideraron un acto de rebeldía.

-Entonces ya se a que vino lo del cómplice de robo... un mensaje.

-Por mi culpa...-susurre, aun me preguntaba por que habían cogido a Peeta, quiero decir, le he cogido cierto cariño, eso esta claro, y ahí algo mas que no se exactamente que es, algo fuerte, pero sigo sin saber por que le han cogido a el. Hay otras personas de las que tengo muy claro lo que siento por ellas. 

Lo único que sabía en que ahora se había despertado algo nuevo en mi, una nueva llama, la de la venganza.

¿No le habían hecho sufrir ya lo suficiente? Le enviaron a los Juegos donde perdió la pierna y parte de lo que era, igual que todos los que van allí, con cada vida que quitas pierdes algo de ti, y mi actuación no sirvió demasiado para que su dolor fuese menor. En conclusión:  llego a casa con una pierna menos, recuerdos horribles e inolvidables que nos perseguirán a ambos de por vida en pesadillas y con el corazón roto. ¿Por que no le dejaban en paz? Que la tomen con migo, solo con migo, seria feliz muriendo lenta y dolorosamente con tal de que el y mi familia no tuviesen que sufrir mas daño.

Los ojos se me empezaron a llenar de lagrimas y tuve un impuso de saltar de la cama a sus brazos pero me contuve a sabiendas de que ese acto nos probocaria dolor a ambos.

-No fue tu culpa, yo lo acepte ¿recuerdas?, te apoye en eso.

-Fue idea mía, no podía soportar lo que hicieron, dijeron que podríamos salir los dos. ¡Jugaron con nosotros!. No podía permitirlo, no podía permitir que murieses desangrado. No me lo hubiera perdonado nunca.

-Estaba dispuesto ha hacerlo.

-Lo sé